Cienfuegos
Localizada en la región centro-sur de la Isla y con un producto turístico peculiar, en el cual destacan como elementos fundamentales su enorme potencial náutico y sus ricas tradiciones histórico-culturales, la provincia de Cienfuegos constituye hoy un sitio de tránsito obligado para la mayoría de los circuitos que recorren el país. Sin dudas su atractivo mayor es la propia ciudad capital, de idéntico nombre y único asentamiento fundado por colonos franceses procedentes de Burdeos, Filadelfia y Louisiana.
A Don Louis D’Clouet atribuye la historia el nacimiento, el 22 de abril de 1819, de la colonia de Fernandina de Jagua, que en 1829 recibiera el título de villa y en 1880 la condición de ciudad. A Cienfuegos se le reconoce indistintamente como la Perla del Sur o la linda ciudad del mar; e incluso uno de sus hijos más ilustres, el sonero mayor Benny Moré, la definía con orgullo como «la ciudad que más me gusta a mí».
En todos los casos, se trata de apelativos que hacen justicia a la belleza de una urbe definitivamente asentada en las márgenes de la apacible Bahía de Jagua y que llama la atención del visitante tanto por el perfecto trazado rectilíneo de sus calles, como por el impresionante conjunto de valores histórico-culturales y arquitectónicos que conforman su centro histórico, declarado Monumento Nacional. El núcleo urbano original siguió en su desarrollo el estilo colonial de construcción, que partía de una Plaza de Armas (en la actualidad parque José Martí), en torno a la cual se trazaron las primeras 25 manzanas y se agruparon las más importantes edificaciones gubernamentales, religiosas y domésticas.
En el Parque Martí se levanta desde 1902 el único Arco de Triunfo existente en Cuba y en su entorno se encuentran, entre otras construcciones de alto valor, la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción (1819); el teatro Tomás Terry, uno de los tres más importantes de la Isla en el siglo XIX; y el Palatino, considerado el edificio más antiguo de la plaza.